Quiero despertar de esta pesadilla,
quiero morir ahora.
Ojalá no te despiertes, ojalá no te despiertes...
Candela, mírame a los ojos
y dime que no te veré mañana.
Te hablaré a la cara,
a tu mirada extraña;
quiero no verte más.
Candela, tus brillantes ojos se ahogan en lágrimas...
Ojalá no me despierte, ojalá no me despierte,
la vida se pasa, rodeada de penas,
Candela, se borrán tus alas.
No mires el dolor a la cara
que se tragará tus sueños;
despierta que se pasan las horas,
o no despiertes,
el vacío es tu consuelo.
Llueve, Luz del Candil,
Luz de mi Alma,
baña con tu esencia mi lecho,
tiñe de azul las sábanas.
Ya llega el día, Candela,
Candela, envuélvete de aura...
Ojalá despierte,
y pueda quedarme contigo
a colorear la nada que dejó el alba.
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