Perdón por sentirme de otro planeta,
pero me gusta cuando las cosas son mi pequeño descubrimiento
y me irrita cuando se hace público.
Por eso escribo, por eso invento, por eso dibujo,
para ser rey de mi propio mundo.
Irrepetible.

viernes, 13 de abril de 2012

5. El fantasma


Ojos de hielo, labios resecos. Una mirada fija, profunda, un alma debatiéndose bajos los retazos que conforman su vida... una vida fundada en la mentira, su imaginación forjando cada historia, cada segundo se fragua en su mente, y es como una obra teatral, pero incesante, y solo la dura realidad, esa que golpea cruelmente al corazón sin dejar paso a nuevas esperanzas, es la que puede acabar con la monotonía de esta saga, cuyas travesías van desde cómo logró escapar de un estado depresivo, para llegar a nada, o peor aún, al suicidio.


Nadie lo comprende porque nadie lo escucha, y aunque se revele, se muestre tal como es, nadie se percatará de ello. Y sigue creando imágenes, situaciones de una vida paralela... y puede que su físico esté intacto, pero la muerte llega a cada momento a su ser, su espíritu, esa esencia, parte del pensamiento, del psiquis, algo que no le falla, aunque no quiera entenderlo.

Pese a que no lo escuchen, el sigue atento, y ve pasar su alrededor como una película, y oye y siente y se da cuenta que no es de piedra. Quiere ser igual a los demás, intenta, pero el pasillo no tiene final, corre, corre, corre... y no alcanza la puerta. Pero una luz lo ciega y la puerta se abre, no obstante es un sueño, el pilar principal de su existencia.

Cárcel


Até mi corazón a una piedra, lo arrojé al mar. Lo vi hundirse lentamente en esa oscuridad tan fría, ya no pude hacer más. Ciegamente me entregué al destino, no cuestioné todos esos obstáculos que iban apareciendo, simplemente vi como desaparecía en la negrura y tocaba fondo.
Ahora pasado el tiempo puedo decir, que no me arrepiento. Mi alma si bien no es libre está felizmente presa en esa dulce humedad.

Es tan cálido aquí en el fondo, con el abrazo de las rocas y los peces, cobijándome, con tus ojos como dos soles iluminándome. Y es que acá no se está solo, se está contigo. Ambas tinieblas juntas haciéndose compañía. No lo sabía en un principio, pero ahora esta es mi vida, comienza y termina en tus océanos y tus labios son la costa donde me entrego al naufragio, día tras día.