Perdón por sentirme de otro planeta,
pero me gusta cuando las cosas son mi pequeño descubrimiento
y me irrita cuando se hace público.
Por eso escribo, por eso invento, por eso dibujo,
para ser rey de mi propio mundo.
Irrepetible.

viernes, 13 de abril de 2012

Cárcel


Até mi corazón a una piedra, lo arrojé al mar. Lo vi hundirse lentamente en esa oscuridad tan fría, ya no pude hacer más. Ciegamente me entregué al destino, no cuestioné todos esos obstáculos que iban apareciendo, simplemente vi como desaparecía en la negrura y tocaba fondo.
Ahora pasado el tiempo puedo decir, que no me arrepiento. Mi alma si bien no es libre está felizmente presa en esa dulce humedad.

Es tan cálido aquí en el fondo, con el abrazo de las rocas y los peces, cobijándome, con tus ojos como dos soles iluminándome. Y es que acá no se está solo, se está contigo. Ambas tinieblas juntas haciéndose compañía. No lo sabía en un principio, pero ahora esta es mi vida, comienza y termina en tus océanos y tus labios son la costa donde me entrego al naufragio, día tras día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario