Perdón por sentirme de otro planeta,
pero me gusta cuando las cosas son mi pequeño descubrimiento
y me irrita cuando se hace público.
Por eso escribo, por eso invento, por eso dibujo,
para ser rey de mi propio mundo.
Irrepetible.

jueves, 29 de marzo de 2012

Belleza, melancolía y muerte.

En el momento en que más le hostigaba el miedo
Corrió al vergel a recoger lo que el viento había arrastrado;
Y allí sus temores se fundieron con las grises nubes,
Se arremolinaron en el vendaval, cautiva
Quedó su esencia intranquila
De aquel indicio desolador tal vez,
Fuente insospechable de ilusión a la vez.
Allí con las frívolas gotas cayendo del cielo,
Allí con las gotas
Saladas y pertinentes
Rodando hasta la comisura de su boca…
Allí estaba.
Contemplando las nubes con melancolía,
Anhelando el cielo por la cruel impotencia
Que le irrumpía el cuerpo,
Que dormía en su vientre tan llena de inocencia,
Desprendiendo el ardor de un corazón puro
Imposible de aguantar.
Y ese instante crujía de rareza,
Dos mareas albas se rompieron al cruzarse…
Ella sabía que le hablaba,
Ella sabía que allí estaba.
Allí.
Con su belleza divina,
Entre la melancolía y los pensamientos ya lejanos de la muerte.
Allí con una nueva vida palpitando y observando la tormenta a través de sus ojos;
Supo que Dios existía.
Allí con la blanca arena crispando sus silencios,
Allí en la reclusión cáustica de su mente, inquiriendo
Con la deleznable teoría del “seguiré viviendo”…
Del “seguiré luchando”;
Aunque es por voluntad de Él mismo que tiene ésta segunda oportunidad…
Después del suplicio,
Ya nada es sombra.

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